jueves, 19 de junio de 2008

De sinvergüenza, ni hablar...

Hace un par de semanas o tres, estuve en uno de esos conciertos en los que, da igual lo que hayas hecho si no fuiste: perdiste el tiempo. Al finalizar, José Antonio Delgado, que cantaba junto a Patricia Fdez, tomó la guitarra, y en uno de los bises más sentidos que haya oído, se cantó este "Yo sé que la gente piensa", de Juan Carlos Aragón:

Yo sé que la gente piensa
Y no me importa que me digan
que yo soy un viva la vida
porque vivo sin compromiso;
no me da vergüenza ninguna,
vida tengo na' más que una
aunque crea en el paraíso.

Para mí es mucho más carota
el que me acusa de pasota
con la baba llena de whisky.
Soy lo que tú quieras
pero sinvergüenza no soy.
Cuando veo en esta puerca humanidad
tantos crímenes sin nombre
de sinvergüenza ni hablar,
me da vergüenza de ser un hombre.

Yo prefiero seguir buscando
los defectos y los encantos
de una dama golfa y valiente,
verdadera como la guerra,
despeinada como la tierra
y canalla como la gente.

Yo prefiero una compañera
perfumada con la madera,
con el cuero y con la palabra "hembra";
una mujer para mí debe ser
mucho más que una hembra,
que desprecie los dineros y el Chanel,
la corbata y la mentira...
y sólo por esa mujer
valdrá mi muerte más que mi vida.

Y no me imaginaba que tras las chanzas de la chirigota del carnaval de Cadíz se hallase escondido uno de los filósofos más humanos que hay en España.

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