Cuando mejor duermo una preocupación me roba el sueño.
Cuando mejor como; una inquietud, el apetito.
Cuando mejor voy, me debilito
y cuando mejor ando recibo una noticia y me despeño.
Cuando mejor hablo no encuentro palabras y me callo.
Cuando estoy relajado; sin razón aparente, me molesto.
Cuando mejor acompañado estoy, estoy solo,
y cuando quiero algo, si no está al alcance de mi mano, lo desprecio.
Cuando es de día, por deporte duermo,
y de noche, por pura enfermedad, niego el descanso.
Cuando quiero la paz, el desconcierto,
y cuando quiero amar, doy el espanto.
No sé si soy contradictorio o si soy necio, no sé:
¿Qué está pasando?
1 comentario:
Vaya!!! Es de lo mejorcito que te he leído en un tiempo a esta parte... no desprecio el resto pero ya sabes lo poco política que soy... jeje... Esto que has escrito tiene algo muy especial. Me ha emocionado.
Hablamos chulo!
Besitos,
oi
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