Esta mañana me sentí extrañamente orgulloso y feliz. Me acerqué desayunar al bar de un pueblo de la sierra madrileña en el que trabajo muy a menudo. Una señora, mayor y sonriente se me acercó y me dijo: - Tienes que estar contento- Sabía porqué lo decía. Señora, - le dije, no soy norteamericano. Me tocó con su dedo anciano la cara y me dijo, Y eso que importa, tiene que estar contento porque eres negro.
Después de las 10h la carretera se había despejado de la niebla matinal y un sol flojo y frío, pero alegre, comenzó a templar la mañana. La radio no dejaba ni un minuto de repetir que Barack Hussein Obama Jr. se había convertido en la madrugada española en el 44º Presidente de los Estados Unidos de América. En mi pecho (el corazón tiene razones que la propia razón desconoce); tengo que reconocerlo, albergaba la ilusión de que este día llegase. En mi cabeza, que no. Que este sueño no fuera más que un sueño y que Barack Obama nos dejara el buen sabor de una lucha, y que nada cambiase. ¿Porqué?, porque ahora ese inmenso cúmulo de ilusiones ha de ser puesto en marcha, esa avalancha de cambios debe barrer las desigualdades e injusticias que aquejan a los Estados Unidos y al Mundo, y tiene que ser ese profesor universitario, culto y sensible quién salga mañana vestido de presidente de superpotencia y complete el circulo de cambios que tanta gente está esperando. Barack Obama, el 44º, tiene que desarmar, dar lustre, y rearmar a los Estados Unidos para vendernos que en realidad el cambio se puede.
De por si soy optimista en las cosas que pueda cambiar cuando están a mi alcance. Las cosas que no puedo cambiar; por cierto muy pocas, las enfrento con el escepticismo de quién sabe que hay que "cantar la belleza de ser un eterno aprendiz", como decía Gonzaguinha. Y a través de mi vida he aprendido que el camino de buenas intenciones está empedrado en su ruta al infierno. También comparto, como dijo Carlos Fuentes que, en la elección del Presidente de los Estados Unidos, ya que nos afecta a todos, todos deberíamos participar. Así que me voy a tomar la licencia de pedirle a Obama:
Senador, futuro Presidente:
- Tratemos como le hemos tratado. No nos comente que va ha hacer, pero al hacerlo guíese por su conciencia. Nosotros no le consultamos cuando decidimos votarle. Le escuchamos y actuamos según nuestros actos y consecuencias. Ahora le toca a usted. Sea buen gestor, pero no nos venda a nosotros la moto. Vendasela a los que pueden pagarla, baje nuestros impuestos, somos muchos pero tenemos poco.
- Hágale pagar el plato a quienes los que lo rompieron. Imagínese a su tatarabuelo arrancado de las antiguas fronteras de su tierra, que ahora han caído en Kenia por el capricho de un especulador de la época, llevado en cadenas al del que va a ser usted presidente. Imagine que en muchas ocasiones para recuperar su libertad huyese y por eso le hubiesen impuesto castigos inhumanos y degradante, y que al final su única opción fuera comprar su libertad o morir esclavo, y no quisiese morir de esta manera. ¿Porqué tiene que pagar por un derecho inalienable del ser humano como es el derecho a la libertad? Imagine que no tuviese opción a un médico, a trabajar por un salario digno, a vivir en un ambiente de seguridad si no es pagando. Al igual que su abuelo, nosotros no elegimos ni el paro, ni la recesión, y nos opusimos a atacar un país solo por la sospecha de que algo podría ocurrir. Nosotros no nos embolsamos beneficios extraordinarios por arruinar la economía de ningún estado o familia. No podemos pagar por aquello a lo que nos opusimos con todas nuestras fuerzas
- No se deje llevar por el rencor, ni por el olvido. Piense (por que hasta que en 1993 el Estado de Mississippi prohibiese la esclavitud, aun era lícita en EEUU) en que su madre fuese vejada por amar a un negro, a dos (a usted también le amaba), que todo su sacrificio se sintetizara en la frase que le dijeron a Malcolm X cuando era solo un niño, se llamaba Malcolm Little y vivía con un familia de adopción lejos de su Detroit natal: Un chico como tú no debería perder el tiempo pensando en ser abogado, ¿porque mejor, no te haces carpintero? No se pierda en el rencor porque el futuro se construye a golpes de esperanza, como la frase con que pasará a la historia. Pero no cometa el error de mirar al pasado con condescendencia y pensando que todo está superado. En su país, sigue siendo una continuo hasta llegar a la cárcel ser negro, pobre y sin recursos. La sociedad norteamericana ha dado un ejemplo mundial rompiendo un TABÚ (el Presidente, la primera dama y sus hijos son descendientes directos de aquellos que con su sangre esfuerzo y vida fueron los pioneros en dar al país el lugar en que ahora está), pero contar un árbol no es contar el bosque. Aún el prejuicio racial y el racismo existen.
Tengo más recomendaciones, hable con todos, republicanos, homosexuales, cubanos, rusos, venezolanos, afganos, iraníes, Zapatero. No cierre su puerta al instrumento más útil que tiene el hombre que son las palabras. No se encumbre, porque perderá perspectiva y caerá, cuando piense que alguien se merece que usted le mire por encima del hombro, piense que está empezando a levitar, a creerse más de lo que es realidad es. Me asombra su humildad, su cercanía, la manera en que me ha hecho sentir que cualquier cambio, con su contenido de esperanza y fe en el ser humano es posible, SI SE PUEDE. Demuéstreme que va a hacerlo posible.
Después de las 10h la carretera se había despejado de la niebla matinal y un sol flojo y frío, pero alegre, comenzó a templar la mañana. La radio no dejaba ni un minuto de repetir que Barack Hussein Obama Jr. se había convertido en la madrugada española en el 44º Presidente de los Estados Unidos de América. En mi pecho (el corazón tiene razones que la propia razón desconoce); tengo que reconocerlo, albergaba la ilusión de que este día llegase. En mi cabeza, que no. Que este sueño no fuera más que un sueño y que Barack Obama nos dejara el buen sabor de una lucha, y que nada cambiase. ¿Porqué?, porque ahora ese inmenso cúmulo de ilusiones ha de ser puesto en marcha, esa avalancha de cambios debe barrer las desigualdades e injusticias que aquejan a los Estados Unidos y al Mundo, y tiene que ser ese profesor universitario, culto y sensible quién salga mañana vestido de presidente de superpotencia y complete el circulo de cambios que tanta gente está esperando. Barack Obama, el 44º, tiene que desarmar, dar lustre, y rearmar a los Estados Unidos para vendernos que en realidad el cambio se puede.
De por si soy optimista en las cosas que pueda cambiar cuando están a mi alcance. Las cosas que no puedo cambiar; por cierto muy pocas, las enfrento con el escepticismo de quién sabe que hay que "cantar la belleza de ser un eterno aprendiz", como decía Gonzaguinha. Y a través de mi vida he aprendido que el camino de buenas intenciones está empedrado en su ruta al infierno. También comparto, como dijo Carlos Fuentes que, en la elección del Presidente de los Estados Unidos, ya que nos afecta a todos, todos deberíamos participar. Así que me voy a tomar la licencia de pedirle a Obama:
Senador, futuro Presidente:
- Tratemos como le hemos tratado. No nos comente que va ha hacer, pero al hacerlo guíese por su conciencia. Nosotros no le consultamos cuando decidimos votarle. Le escuchamos y actuamos según nuestros actos y consecuencias. Ahora le toca a usted. Sea buen gestor, pero no nos venda a nosotros la moto. Vendasela a los que pueden pagarla, baje nuestros impuestos, somos muchos pero tenemos poco.
- Hágale pagar el plato a quienes los que lo rompieron. Imagínese a su tatarabuelo arrancado de las antiguas fronteras de su tierra, que ahora han caído en Kenia por el capricho de un especulador de la época, llevado en cadenas al del que va a ser usted presidente. Imagine que en muchas ocasiones para recuperar su libertad huyese y por eso le hubiesen impuesto castigos inhumanos y degradante, y que al final su única opción fuera comprar su libertad o morir esclavo, y no quisiese morir de esta manera. ¿Porqué tiene que pagar por un derecho inalienable del ser humano como es el derecho a la libertad? Imagine que no tuviese opción a un médico, a trabajar por un salario digno, a vivir en un ambiente de seguridad si no es pagando. Al igual que su abuelo, nosotros no elegimos ni el paro, ni la recesión, y nos opusimos a atacar un país solo por la sospecha de que algo podría ocurrir. Nosotros no nos embolsamos beneficios extraordinarios por arruinar la economía de ningún estado o familia. No podemos pagar por aquello a lo que nos opusimos con todas nuestras fuerzas
- No se deje llevar por el rencor, ni por el olvido. Piense (por que hasta que en 1993 el Estado de Mississippi prohibiese la esclavitud, aun era lícita en EEUU) en que su madre fuese vejada por amar a un negro, a dos (a usted también le amaba), que todo su sacrificio se sintetizara en la frase que le dijeron a Malcolm X cuando era solo un niño, se llamaba Malcolm Little y vivía con un familia de adopción lejos de su Detroit natal: Un chico como tú no debería perder el tiempo pensando en ser abogado, ¿porque mejor, no te haces carpintero? No se pierda en el rencor porque el futuro se construye a golpes de esperanza, como la frase con que pasará a la historia. Pero no cometa el error de mirar al pasado con condescendencia y pensando que todo está superado. En su país, sigue siendo una continuo hasta llegar a la cárcel ser negro, pobre y sin recursos. La sociedad norteamericana ha dado un ejemplo mundial rompiendo un TABÚ (el Presidente, la primera dama y sus hijos son descendientes directos de aquellos que con su sangre esfuerzo y vida fueron los pioneros en dar al país el lugar en que ahora está), pero contar un árbol no es contar el bosque. Aún el prejuicio racial y el racismo existen.
Tengo más recomendaciones, hable con todos, republicanos, homosexuales, cubanos, rusos, venezolanos, afganos, iraníes, Zapatero. No cierre su puerta al instrumento más útil que tiene el hombre que son las palabras. No se encumbre, porque perderá perspectiva y caerá, cuando piense que alguien se merece que usted le mire por encima del hombro, piense que está empezando a levitar, a creerse más de lo que es realidad es. Me asombra su humildad, su cercanía, la manera en que me ha hecho sentir que cualquier cambio, con su contenido de esperanza y fe en el ser humano es posible, SI SE PUEDE. Demuéstreme que va a hacerlo posible.
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