viernes, 14 de diciembre de 2007
Describir es destruir, sugerir es arte.
jueves, 6 de diciembre de 2007
¿Donde me pongo?
Facundo Cabral decía en un espectáculo que a la derecha estaban los derechistas, a la izquierda los comunistas, y en el centro los hombres, los que piensan por sí mismos, y la vida está dividida en esas tres categorías maniqueas. Tristemente. Yo elegí pensar por mi mismo, lo cual no me reserva el centro de absolutamente nada. Tengo mis ideales; para los comunistas demasiado templados (no apto para la dictadura del proletariado). Para los de derecha, demasiado rojo. Para una pareja de amigos, más bien rosita. Mi mujer piensa que sencilla y llanamente soy un tocacojones. Pero para mi, que es lo realmente importante, soy un tipo que ha vivido en las entrañas de los dos monstruos sin honda. Tengo la marca de lo que viví en Cuba, y me es difícil quitarme la chapita de medio básico, como escribe mi amigo Enrisco. Y por otra parte disfruto de la suerte de haber caído de pie en España. Pero en este caso no valen las medias tintas. Cuando llegue el día estaré del lado de mis amigos, y será lo que quiera Dios. De primar la amistad al rencor en Cuba no habrá ni bandos, ni odio sino reconciliación.
lunes, 26 de noviembre de 2007
Insomno
jueves, 22 de noviembre de 2007
miércoles, 14 de noviembre de 2007
La hora de la verdad
El Rey se enfada con Chávez. Le grita: ¡Porqué no te callas!. Dentro de nada aparecerá un politono, y cada vez que quiera una chica que no le agobie en el bar, o que un hijo se niegue a aguantar la charla de su padre, apretará el botón de su móvil-última-generación y saldrá la frasecita. ¿Y cómo se sentirá el padre, o el rechazado?
Los que opinan que al Rey se le fue la pinza y nada más, son benévolo con el Jefe de Estado. De un Rey se espera magnanimidad y paciencia, como mínimo y respeto como máximo. Y sobre todo sentido de la oportunidad, porque es sencillo errar cuando se está sujeto a presión.
Yo no soy borbónico, pero un poco Juancarlista, sí. Reconozco en el Rey Juan Carlos I un pilar de estabilidad institucional, que ha dotado a España de un difícil equilibrio durante la transición y un excelente diplomático en estos años de democracia. Por lo tanto, mayor es el golpe de verle perder los estribos en un escenario como la Cumbre Iberoamericana. Y he de reconocer que sí, soy Chavista, me gusta el MACACO. Soy pro-Chávez; representa la dignidad de los desposeídos venezolanos que le han votado en estas últimas elecciones en más de un 63%, una masa que ha encontrado la esperanza en un proceso que les ha otorgado los derechos que nadie hasta Hugo Rafael Chávez Frías, nadie había otorgado. Además; aquellas formas que tanto denigran los refinados en política internacional, los que buscan pajas en el ojo ajeno olvidándose los suyos, los hipocrititas e hipocritazos que le llaman populista, son formas que a mi me gustan. Me seduce que ataque al adversario cantando "no soy monedita de oro, pa' caerles bien a todos, así nací y así soy, si no me quieren, ni modo". Me gusta que diga en Naciones Unidas refiriéndose a Bush: "El diablo está en casa, ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar huele a azufre todavía." Porque Chávez le pone voz no solo a los sin voz de su país. Chávez es la banda sonora de millones de personas en el mundo que si pudieran dirían mucho más con menos gracia, y por supuesto, con menos diplomacia. Sin embargo, no nos rasguemos las vestiduras, como dijo Solbes hablando del incremento del IPC. Hemos asistido en política internacional a un error de difícil enmienda, pero no al principio de una batalla. Hemos visto como un Jefe de Estado mandando a callar a otro Jefe de Estado, en plan maestro de colegio rural de principios de siglo. Y en nombre del respeto y la cortesía que se debe a cualquier ser humano, no pueden ni tolerarse, ni justificarse actos de este tipo. España tiene un pasado en Latinoamérica y unos intereses. Lo cual no da derecho a desplantes a Jefes de Estados soberanos, democráticamente electos. Sí, soy parcial. Chávez sé que interrumpió a Zapatero, sé que llamó fascista a Aznar y sé que gobierna en contra del criterio de muchos en su país y que, de ellos, muchos piensan que está calcando el modelo cubano, con más petróleo y apoyándose en la experiencia de Fidel, del que se siente alumno. Pero hay que tomar en cuenta al 63% de venezolanos del que hablé antes, que le votó y apoya, lo cual le hace gobernar con una cosa que se llama mayoría. Es cierto que Aznar apoyó el golpe en su contra; recordemos que los embajadores de EEUU y el de la era talibán (2000-2004) del gobierno español, fueron los primeros en apoyar al gobierno golpista (vease: Kim Bartley y Donnacha O'Brien en el documental "La revolución no será televisada"), y se ha paseado por medio mundo alertando de la "creciente amenaza populista" que, a su entender reprensentan, sin nombrarlos Chávez y Evo Morales entre otros. Y es cierto, Zapatero pedía respeto por un compatriota, pero como el mismo dijo: no iba a ser él quien defendiese una persona como Aznar, aunque al final lo hiciera.
Por mi parte no espero disculpas de ninguna de las dos partes. De eso se encargarán los diplomáticos de ambos países, que así justificaran sus respectivos sueldos e inteligencia. España no puede darse el lujo de entrar en disputas con un país del que es el 4º mayor inversionista y con el que sigue teniendo intereses; ni Chavez debe abrir otro frente con el berenjenal que tiene en casa. Rencores aparte, la hora de la verdad ha pasado, y si se usan buenas artes, en dos meses no quedará más que una pequeñita cicatríz y quedará todo olvidado.
miércoles, 10 de octubre de 2007
Fe
lunes, 24 de septiembre de 2007
Fortuna
Soy el resultado de la alquimia de la vida, en la cual se combina y se recombinan cromosomas, y cada cadena de ADN, estuvo en su sitio, excepto unos nucleótidos que me legaron alergia a todo, menos al trabajo y ASMA, en mayúscula.
Soy el feto que fue engendrado y nació a los 9 meses exactos.
Crecí metiendo los dedos en el enchufe, comiendo caramelos del suelo, y compartiendo chicle con mis amigos, pero desparasitado y limpio.
Aprendí lo que sé en el colegio, y lo útil en la calle (lo cual, hoy, no es ninguna novedad)
Sobreviví a la crudeza de la niñez y a la crueldad de la adolescencia.
Terminó una guerra cuando me alistaron en el ejército y comenzó otra cuando salí de él.
Me enamoré como un imbécil y me comporté como un cretino pero me separé como un caballero.
He probado lo vulgar y lo divino y he decidido seguir sirviéndome un poco de cada plato.
He cruzado el mar varias veces a pesar de que la estadística de accidentes aéreos era de una entre 22.000 en 1999.
Vivo en el momento exacto en el que alguien exhala su último quejido.
Cuando me siento abatido encuentro algo que me hace sonreír, y aun no he perdido la vista, el oído o la cordura.
Tengo montones de razones para ser feliz. ¿No?
miércoles, 19 de septiembre de 2007
Clase de anatomía en el Chat de Anibal Lecter
- Vale. Estiré los dedos sobre el teclado: Hablemos de tus rodillas
Escribía como danzando sobre las teclas, con la presión justa para que cada letra quedase estampada en la pantalla del ordenador.
- Que tienen de espacial mis rodillas.
- Nada, no tienen nada de particular. Te pertenecen.
jueves, 23 de agosto de 2007
Unyawo – Alunampumlo o Ubuntu, cómo importar al mundo filosofía africana
El rey Moshweshwe I de Basutolandia escribía:
“Sus emisarios llegaron ayer por la noche, portadores de una carta en la que Ud. habla de paz. Deploro que no lo hubiera hecho antes de utilizar el lenguaje de la guerra. No tengo palabras para expresar el asombro y la congoja que me embargaron cuando ustedes atacaron al pueblo de Beerseba, gente que no les había hecho nada.
… usted habla de sí mismo y se dice cristiano. … pero supongo que los mandos de su ejército no han de ser cristianos todavía, y si resulta que sí lo son… tendremos que concluir que Dios no existe. … los oficiales de su ejército no son cristianos, porque nunca creeré que el cristianismo consista en someter a mujeres y a niños al cautiverio o en disparar a quemarropa contra ancianos y enfermos. Y eso es precisamente lo que han hecho los soldados de su ejército...
Me inclino a creerle cuando dice que su ejército ha decidido retirarse de mi país en aras del restablecimiento de la paz… si tales eran sus motivaciones… ¿por qué, prendieron fuego a las aldeas desiertas y a cada brizna de hierba de nuestros campos? ¿Podría alguien asombrarse si yo, que no soy sino un pagano y un bárbaro, siguiera el ejemplo recibido de un pueblo civilizado y cristiano?... si mi corazón me permitiera hacer lo que vuestros hijos han hecho, tendría suficientes motivos de someter a cautiverio a vuestras mujeres y a vuestros hijos, y de enviar a vuestros ancianos, vuestros enfermos, vuestros ciegos y vuestros inválidos a la eternidad. Tampoco podría usted hacerme ningún reproche si incendiara todas sus ciudades pero eso sería un desastre demasiado grande...
El título de la carta es un resumen de la misiva: Unyawo – Alunampumlo. El pie no tiene nariz.
Hay que ser xhosa para entender la frase, pero no es necesario ser xhosa para comprender su sentido. El “pie” del proverbio, se refiere al viajero, aquel que andando, encuentra. A aquel que deja atrás familia, entorno y seguridad; y se halla en tierra extraña. La “nariz” se refiere a la predisposición al peligro, al olfato perdido por hallarse indefenso en un medio hostil, porque es extraño. Unyawo – Alunampumlo, representa a una persona indefensa en una situación potencialmente desfavorable. El proverbio recuerda a cada xhosa, lo que no hizo el ejército del Estado Libre de Orange. El proverbio recuerda el deber de proteger al anciano, al enfermo, al hambriento, al desposeído, al indefenso; porque también ellos podrían encontrarse en el futuro, en la misma situación. Es nuestro: no hagas a los demás, lo que no te gustaría que te hiciesen. Este y otros preceptos, están en la base de una filosofía que asume la humanidad y la solidaridad como normas básicas de convivencia y respeto, una filosofía que identifica el sufrimiento con las víctimas, y la necesidad de apoyo y socorro de estas mientras lo necesiten. Una filosofía que adopta el humanitarismo africano o UBUNTU como mensaje de respeto, tolerancia y compasión por los vulnerables.
El UBUNTU está cosechando adeptos allí donde antes había burlas y farsas. Bill Clinton, en una convención del Partido Laborista britanico en la ciudad de Manchester en 2006, sorprendió a propios y extraños con la enigmática afirmación de que: “el mundo necesita UBUNTU” Cientos de artistas, articulistas, pintores gente bohemia y preocupada, echa miradas al continente negro y tira de moda snob para el nuevo milenio. Pero, conferencias de varios miles de euros, cócteles y festivales benéficos aparte, UBUNTU significa que “yo soy porque nosotros somos”, el ser humano es ser y es humano, porque está rodeado de seres, iguales y humanos que conforman una gran comunidad; una conjunción de sentimientos, pensamientos, emociones y predisposiciones que le distinguen de lo inanimado. “Esta noción define una cualidad humana positiva, y supone un respeto fundamental por la vida, la dignidad, la seguridad y la prosperidad de todos los seres humanos”, como bien explica Phil Somo, encargado de operaciones del CICR en Pretoria. Ese humanitarismo seductor que fue bandera de lucha contra el APARTHEID ha sido enarbolado desde distintas visiones. Desde el punto de vista de la religión el pastor Desmond Tutú dice:
"Una persona con UBUNTU está abierta y está disponible para los demás, no se siente amenazado cuando otros son capaces y está bien porque es segura de sí misma ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que disminuye cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, o cuando otras son torturados u oprimidos".
Y de la mano de Nelson (Rolihlahla Mphakanyiswa) Mandela, esta sencilla definición:
"Cuando un viajero llegaba a un pueblo no tenía que pedir comida o agua (...) eso es UBUNTU. Es decir, si mis creaciones no son vuestras es que no son mías.”
Estas respuestas a problemas actuales y globales se han venido a llamar Renacimiento Africano; una vuelta a las raíces para reflotar las sociedades. Incluso en círculos universitarios de Sudáfrica se considera que, un renacimiento del UBUNTU tendría un inestimable valor para la renovación de las esferas social, económica y política del país.
Algo tienen que enseñarnos los años y las penurias de un continente castigado por todas sus esquinas. Algo tiene que enseñarnos un hombre (Nelson Mandela) que en prisión prefería no esperar a que le saludaran, sino saludar primero. Algo tiene que enseñar la miseria, que prefiere la solidaridad a la codicia, sobre todo en estas fechas en que lo extranjero es cada día más extraño.
lunes, 13 de agosto de 2007
El paso del tiempo
Recuerdo de pequeño, acostado en el suelo del salón de casa de mi abuela, en las tardes de verano, mientras afuera caía el aguacero y se filtraba el agua por una de las grietas del techo, escuchaba el paso del tiempo en el monocorde tic-tac del reloj de pared, y como a la hora exacta, la media hora y el cuarto, parecía que la casa se transformaba en una catedral con el estruendo de las campanadas correspondientes. El paso del tiempo, el implacable, según Pablo Milanés, es el ejemplo de la constancia. Mi pequeña rebelión era tumbarme en el suelo, en el refugio del salón de mi abuela y dejarle pasar. Ahora no lo tengo muy claro, no quiero doblegarme ante la constancia, pero he aprendido que no es lícito enfrentarme a ella. Ni lícito, ni lógico.
viernes, 22 de junio de 2007
Imagine
Imagine, estimado amigo-lector, que estemos distendidamente hablando del fútbol, y de pronto nos quedamos sin nada que decir. Entonces, y sin venir a cuento, le pregunto: ¿Es cierto que los blancos la tenéis pequeña?, la polla, digo... ó ¡Que lástima, chico; con solo 35 años ¡ya te estás quedando calvo!... seguro pensarías de mi: "Este tipo es tonto" Puede que no te enfades, puede que hasta que te rías y en la próxima reunión con tus amigos le comentes: "¡He conocido a un tipo rematadamente idiota, ja, ja!". Pero imagina más allá. Imagínate que siempre que te veo te voy con la misma historia. Cómo la primera vez me resultó ingenioso y nos reímos juntos, ahora cada vez que quiera hablar, dirigirme a ti, o reírme de ti, vaya con el mismo cuento: Que si la tenéis pequeña, que si te estás quedando calvo como una bala de cañón, que si pareces una uva pasa de lo estruja'o que te estás quedando… Llegará el día en que te enfadarás mucho, pero mucho, mucho, y me mandarás a la mierda. No vas a querer hablar más conmigo, y con razón: "¡Es que eres muy pesadito, macho!" Es que !todo el día ahí, con la soniquete, estigmatizando, clasificando, tocando los cojones! ¿Es que para ti no tengo nombre, y soy solo el blanco calvo y arruga'o ese que la tiene pequeña, como todos los blanco, excepto el Nacho Vidal?
Pero sigamos imaginando. Imagina que tengo un superpoder de la hostia, de esos de transformar la realidad, y te teletransporto; puestos a imaginar, a un sitio en que seas parte de una minoría de blancos, honrados y humildes, que se ganan el pan con le sudor de sus frentes, en un país gobernado por unos nativos no blancos, económicamente solvente y rabiosamente chovinistas. Como Arabia S.A.udí, pero a lo bestia. Imagina que tengas que amoldarte a sus costumbres (allí donde fueres, haz lo que vieres..., ¿no?). Nada de mear ni de alcohol en los sitios públicos. El sábado, día de descanso obligatorio, nada de bares a mediodía; ir tapadito, nada de brazos y tripa al aire. Vamos, cositas de este estilo.
Los nativos dicen que no quieren meterse en tu vida, pero no acaban de comprender como puedes comer algo tan inmundo como el cerdo en todas sus variantes, y entre ellos se divierten contando la cantidad de pelos que tienes por todo el cuerpo, o lo raro que hueles. Cómo habláis distinto idioma ni tan siquiera han hecho el intento de entenderse contigo. No se explican como dormís 8 en la misma casa; ni les gusta tampoco ese estrambótico sonido de chunda-chunda y gorgoritos que tú insistes en poner todos los fines de semana en tus saraos hasta las 3 de la madrugada. Y cómo no te entienden, ni te conocen, alertan a sus hijos, y sobre todo a sus hijas, del peligro que representas, porque: con esta gente nunca se sabe.
Imagínate que en este lugar hay politicos, y los de turno hallan encontrado un filón azuzando el temor a ti, como inmigrante, y lo estén explotando con mayor o menor fortuna en su provecho porque, aunque tú no tienes culpa por haber no nacido fuera de allí, debes seguir siendo un ciudadano de 2ª o 3ª para cubrir los puestos de trabajo que los nativos no quieren ocupar. ¡Ajo y agua, papito! A ti te recuerdan todos los días que te beneficias gratuitamente de uno de los mejores sistemas de seguridad social del mundo (recuerda que estamos imaginando); pero no te dicen que lo financias con tu sueldo de mierda. Tú utilizas uno de los mejores sistemas de transporte que hay, es cierto, pero también recibes en él la hostilidad y el rechazo de parte de la población nativa. Si viajas en tren, viajas solo. Si no hay más remedio y alguien se sienta junto a ti, o te sientas tú; por ejemplo, junto a esa señora gorda de allá, ésta, automáticamente se cambia el bolso de brazo apretándolo fuertemente debajo de la axila más alejada de tus manos y te fulmina con la mirada.
Cuando llegas a casa, y haces resumen del día lo primero que piensas es, ¿Pero por favor, donde he caído? Subes por la escalera mellada y paredes llena de desconchones que te lleva a tu casa, da gracias. Vives en el único barrio en que tu voz no era un pasaporte para continuar durmiendo a la intemperie, donde tu acento no te delata al preguntar el precio de un alquiler: Cuantas veces has escuchado eso de: Lo siento, el piso está alquilado (y ves en el periódico que el piso se sigue anunciado, que el puto piso sigue ahí) o, perdone, pero prefiero alquilarle el piso a alguien de aquí, gracias., piiip, piiip, piiip, piii... Cuando al fin encontraste casa, tuviste que adelantar tu sueldo de dos meses y tres meses del sueldo de tu mujer. Pero no tienes opción. Pagas. Porque viniste a eso a pagar por labrarte un FUTURO, a currar, ¡y entre tantas negativas cualquier "si" es una oportunidad de oro, y es cojonudo, macho! Cruzas con cuidado por sobre los cuerpos de tus compatriotas dormidos que alfombran el pasillo, de la puerta hasta la cama, y te acuestas, haciendo un duro resumen del día. El tipo que ves todos los días en la glorieta, que te contrata por dos duros la hora, señalándote con el dedo para que montes en la camioneta. El “paseo” hasta el tajo, los codos tropezando con cada bache del terreno; el calor sofocante, el capataz gritando: ¡Mueve esas putas tablas de ahí, joder…! El regreso a casa, el grupo de jovencillos que para incordiar comenzó a insultar, a gritar, a armar jaleo, el temor, el sudor frío, el miedo… la frase retadora en pleno rostro: ¡¿Que miras blanco de mierda?! (estamos imaginando, recuerdas?)
Imagina tu indignación, tu indefensión porque eres ilegal, tu falta de derechos porque eres ilegal, tu imposibilidad de sindicarte porque eres ilegal, no poder denunciar una agresión o un despido porque eres ilegal; estar siempre en la mira, del patrón, del agente de seguridad de un gran almacén, de tu casero, del portero de cualquier discoteca. Te duermes. Imagínate entonces que sueñas. Que vuelves volando a tu tierra, a cualquiera de las Playas de Alicante donde veraneabas con tu familia, que recorres como un pájaro los campos de Castilla (del Quijote y Machado) y las aguas del Ebro. Imagina que eres dichoso, que tu sueño son las únicas horas de auténtica felicidad a lo largo el día. Hasta que suena el despertador. Es otra vez lunes, vuelves a la rutina.
No me invento nada, estimado amigo-lector. Esto que para ti, puede ser un juego de abstracciones, un mundo al revés casi imposible, para muchos inmigrantes es la pura, la dura realidad.
Si crees que exagero sigue estos links.
viernes, 25 de mayo de 2007
Lo siento
Seguimos en contacto
Ciao
sábado, 19 de mayo de 2007
Un nuevo sistema de multiplicar
Aprendí a multiplicar con dos sistemás alternativos, y muy sencillos, por cierto.
martes, 15 de mayo de 2007
Grito!
Podemos gritar contra la nada, nadie nos resta ese derecho, pero es la batalla más inútil de la vida. Lo aprendimos al gritar de desesperación cuando queremos aliviarnos el estrés, y lo han aprendido los fuertes para perdonarnos el acceso de cólera sin necesidad de aplastarnos. Gritar es un parto con cesária y sin anestesia.
Paseo por las calles. Los carteles electorales empapelan las esquinas con promesas tan falsas como el oro que perseguía Pánfilo de Narváez por las costas de la Florida. Las calles estarán llenas de ese espejismo hasta que el 27 se den los resultados electorales. Después cada quien a su rutina, y los de siempre a gritar. Los sin casa, jóvenes o viejos, extranjeros legales o ilegales, las mujeres, los enfermos y los enfermos mentales. Cuidarán tu calles hasta que lleguen las elecciones. Después lo de siempre. Venderá droga el camello y el promotor inmobiliario pisos a un precio ABUSIVO. Ganará el banco y el resto, a gritar. Gritará el jubilado al que la pensión le llevará al parque a alimentar a las palomas, y el niño al que su madre no puede cuidar porque cuida al hijo de otra madre. El conductor de autobuses y el que fue jubilado anticipadamente y a toda prisa porque su fábrica se declaró en suspención de pagos. Y gritará la asistenta y el que oposita y la china que vende cervezas a las 2 de la mañana en la calle Fuencarral.
Te prometerán el oro y el moro será deportado, y cuando huyendo de su injusticia tendrá una razón para gritar aún más fuerte. Gritará el senegalés, el ucraniano, Miguel el del bar, la cajera del Carrefour Express, el vigilante del MaxiDia y la profesora de la autoescuela. Gritarán Marcos, Marta, Javi y Chema y a su modo todos los que se sientan impotentes, todo el que no pueda más que gritar con toda la fuerza de sus pulmones. Gritarán bajito Jesus y Maria, Amparo y Lavapies. Gritarán las Glorietas de Embajadores y Carlos V todos los días en que por la mañana no se vaya a trabajar un ilegal. Gritarán los andamios de las obras cada vez que caiga un obrero, gritarán las aulas cada día que haya un abuso. Gritarán los accesos al tren de cercanía y la calle Miguel Servet llena de ropaviejeros, camabalacheros, truequistas y ladrones, y gritarán en la planta de abajo de los despachos y en la junta municipal y en las sucursales bancarias de los barrios.
Solo espero que ese grito sea lo suficientemente fuerte y nos despierte a todos de una puta vez.
lunes, 7 de mayo de 2007
Yo, legal desde que pisé España...
Yo veo el presente, no en plan medio lleno o medio vacío como quiere Coca-Cola en su último anuncio. Lo veo como un péndulo. A veces como un reloj o un metrónomo alterna entre izquierdas y derechas, y otras como el fiel de una balanza, se van equilibrando los extremos hasta centrarse.
Hoy veo con miedo el presente. Llegué a España hace 12 años. He trabajado desde hace 10 y he estudiado una carrera técnica. He usado mi presente para labrarme un porvenil. Vine con la esperanza puesta en un futuro. Mis padres no se opusieron, aun en contra de sus convicciones, pero tenían fe en que podía irme mejor. Y estoy cada mes como si no hubiese salido de mi país.
sábado, 5 de mayo de 2007
Sueño
martes, 1 de mayo de 2007
El encanto de las cosas muertas
domingo, 29 de abril de 2007
Las cuestiones absolutas
sábado, 28 de abril de 2007
Hambre, curiosidad y prensa.
domingo, 15 de abril de 2007
Incondicionalidad
Te pueden joder, te pueden cagar o te pueden ofrecer la luna si estás enamorado. Te pueden juzgar, te pueden presionar y tú, contento (o jodido que es otra manera de estar contento). Al fin y al cabo somos humanos y nos seduce eso de ser contradictorios y ambigüos.
domingo, 8 de abril de 2007
Para la próxima semana, o para la siguiente dejo de perseguir tormentas.
Ayer, fue tarde de tormenta, pero extrañamente llovió poco. El resto de ella (de la tarde) se mantuvo monotemáticamente gris. Salí al portal y encendí otro cigarrillo. Cayó una semi lluvia, una cuasi lluvia, una llovizna de mierda, que me supo, no solo a poco, sino a nada. El ambiente continuó tan cargado en ese instante como lo estaba la noche anterior en el bar. La lluvia indecisa no alcanzó ni para hendir las grietas del pavimento. Fumé mirando morir la tarde entre las nubes y el horizonte.
sábado, 7 de abril de 2007
I want to be Morgan Freeman, for example!
What is the life? A frenzy.
What is the life? An illusion;
a shade, a fiction and the major good is small.
That the whole life is dream
and the dreams, dreams are!
(¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión;
una sombra, una ficción
y el mayor bien es pequeño.
¡Que toda la vida es sueño y
los sueños, sueños son!)
viernes, 6 de abril de 2007
Viernes Santo, café amargo, nubes grises
Hoy, de intentar ser cariñoso a politicamente incorrecto, hay lineas tenues. Quizá porque vivimos encerrados en nuestra concha, e interpretamos el mundo a través de nuestra nube. Quizá porque necesitamos gustar, y gusta lo que no escandaliza. Hay tanto miedo al escándalo y sin embargo, sus consecuencias están por todas las esquinas, impregna la piel de los viandantes, se anuncia en grandes titulares en las revistas y abundan las ruedas de prensa de los desmentidos.
Pero, ¿que es el miedo, y porqué repito tantas veces esa sensación, ese sentimiento, esa palabra? Miedo. Vivimos entregados a él en una suerte de trueque sentimental. Él nos libra de peligros, y nosotros le hacemos hueco en nuestra vida para que atisbemos en los pequeños temores cotidianos, peligros antaño inexistentes, a saber: cadenas de atentados terroristas en supermercados de Madrid, cartas de Internet, enviadas a amigos a los que le han dicho amigos que un amigo le dijo que, alguien se despertó una mañana después de una noche de loco desenfreno, y descubrió, por un mensaje en el espejo del baño, que su fugaz y dulce compañía le había contagiado el SIDA. Los miedo son esas flechitas que van a clavarse donde más nos duele, en nuestra seguridad y en nuestra ignorancia. Y a veces nos hace hablar con palabras que no queremos. Y al mismo tiempo es tan difícil que todo sea correcto.
A intervalos, sale el sol de entre un universo de nubes grises.
jueves, 5 de abril de 2007
Sales de fruta y saludos
Pero al grano. Sales a por fruta, te bajas aún con la resaca de la noche, dices buenos días y nadie te responde. Te cruzas con quien, escasas horas antes estabas hablando, remendando el mundo entre humo y alcohol, le reconoces por las gafas oscuras que esconden su rostro de los rigores del sol de invierno y el cansancio, y pasa por tu lado sin alzar la vista del piso. Saludas tres veces más, a la chica de la farmacia que se da la vuelta dejándole el brazo suspendido y en alto, a la de la panadería que mira con cara de no tener amigos desde la primaria, y por fin te responde Rafa. Rafa hace cierto el dicho de estar más colgado que el limpiacristales de Torre Europa, pero debido a eso; creo yo, es el único ser humano es Madrid que si le saludas te devuelve el saludo.
Yo pensaba que saludar con efusividad y afecto era un mal latino, lo mismo que el requiebro era de Madrid y "la española cuando besa es que besa de verdad". Pero eso no deja de ser un mito en mal estado y manido. Saludar no tiene fronteras, nacionales o sociales, y además es saludable y me lo demuestra Rafa. Si le saludas te suelta una retahíla y no te deja ir hasta que termina. Y justamente eso es lo sano. Rafa me ha enseñado que el tiempo que inviertes en un saludo, en detenerte y hablar sin prisas no es tiempo perdido sino tiempo empleado. Cuando salgo por las mañana y nadie responde a mi saludo sé que yo he empleado unos minutos de mi tiempo para comunicarme, y otros en cambio, han perdido el suyo en hacer que no me ven.