martes, 11 de agosto de 2009

La Trompeta

"Me cago en el chiquillo, en la madre que le parió y en la santa hora que le compró la cornetita de los cojones."
Pánfilo todo los días soñaba con el día en que el niño de la cornetita creciera, se buscase una mujer y le hiciera el mismo sonido, crudo y monocorde en el coño. De ese modo no pasaría cada día a las 7, con la madre, despreocupada e impasible hablando con una amiga, mientras el chaval, niño al fin: tarariiiiiiiiiiiiiii, tararaaaaaaaaaaaaa... - Su puta madre!

En la soledad de su piso Pánfilo se retorcía, siempre a las 7. De la tarde, de cualquier lunes, o miercoles, o día entre semana, o fin de semana también. Pánfilo miraba por la ventana con la rabia entre las venas de las sienes, y juraba que un día, un día de estos le iba a hacer tragar el ruido al jodío niño.

Pánfilo era músico. Trompetista por más señas. De los buenos, según él. El mejor, se oía por ahí. Pero hace mucho que no ejerce. En Cuba tocaba, alguna noche y se sacaba sus “10 pesitos, pa' resolver”, así se olvidaba que también era marinero y estaba resalaó porque no salían a faenar. Cuando se quedó en España fue otro cantar. Encofraba, revocaba, azulejeaba, durante 20 años más o menos, y así una mano se le quedó “echa mierda” según su testimonio, e inservible para la música, según el médico que firmó su incapacidad absoluta tras un accidente. Sin trabajo, sin dinero y baldado para el trabajo y para la música.

Pánfilo estaba en candela. Un día salió de casa y un socio, uno de esos que anda por los “sitios de cubanos” le propuso una “peguita ahí”: Mira brother, paquetico que tu conoces, y llévamelo hasta (cierto sitio), preguntas por Jon, se lo das y te vas. Llámame luego que tengo un barito aquí esperándote. Para demostrarle la seriedad del asunto le adelantó 100€, y le dijo que a la vuelta más y mejor. Llevó el paquete, pasó acojonado entre miles de paisanos, atravesó todo Madrid buscando la dirección, le preguntó a un guarda de seguridad, a una farola y a un perro. Leyó el plano de Metro al derecho y del revés. Se sentó en un banco y le cagó una paloma; pensó este es mi día de suerte, y estuvo tentado a jugar la Lotería... y a abrir el paquete. El se imaginaba que sería un asunto serio, de lo contrario no estaría haciendo de mensajero, ni nadie le iba a adelantar dinero así como así. Pero tenía tremenda “iria”, dos meses atrasados del alquiler de la habitación y unas ganas locas de volver a Cuba. Vio una pareja de Policías y a pesar de que ambos le miraron con curiosidad no perdió el aplomo. Siguió fumándose su cigarrillo mientras delicadamente golpeó la bolsa hasta dejarla lo más lejos como incriminarlo y lo más cerca como para mantener el control sobre el paquete. La pareja siguió de largo sin reparar en él, o más bien mirándole con el rabo del ojo. Pánfilo exhaló un largo chorro de humo. “Una y no más, Santo Tomás, una y no más”. Como Pedro Navaja, salió volando, dos callejones arriba y uno abajo. Preguntó en un puesto de hindús y al llegar a la dirección dejó el paquete. Se fue con la fresca, se fue pa'l carajo, salió echando un pié. No fue ni a recoger la otra parte del dinero.

Llegó a su casa, eran las 6 de la tarde, más o menos. Miró por la ventana y pensó, “con lo que yo he sido en esta vida, Dios mio”, y se sentó sobre el colchón desnudo. Apartando los trastes que fue amontonando a lo largo de estos años, sintió en el tacto la arrugada piel artificial de la maleta de la trompeta debajo de la cama. Abrió el estuche y la vio reflejada y triste mirándole desde el terciopelo azul. Mirándole o mirándose reflejado en su cuerpo, la piel cetrina, los ojos saltones, la boca enorme, las ojeras: “mira eso chico, ¿quien ha visto un negro con ojeras?” Acercó la mano para tocarla y los dedos medio deformes asieron el cuerpo sinuoso y frío. Insertó la boquillla y sopló como antaño. El ruido no era música, recordó de cuando estudiaba en la Escuela de Instructores de Arte, las ilusiones, el Nuevo Chapottin, la Orquesta “Maravillas del Pánfilo”, Micaela, la negra, su vida, la cantante, los dos niños, los llantos, la necesidad de comer, las discusiones, la vecina a la que a cada rato visitaba para relajarse las tensiones de una vida no escogida, impuesta. Sopló de nuevo. “Esto está mejor”, el Do se desdobló y cayó al piso como una pesada carga. Los dedos estaban casi muertos, la escala salía desabrida, amarga, lenta y tosca. Soplaba muy bajito para no incomodar a los vecinos. Volaron de nuevo por su mente, los acordes, las escalas, las canciones, el trabajo en el puerto que le consiguió Rufino el maestro de la Logia, que además era palero, que además era abakuá, que era socio a todo y, le ayudó con su problema cuando se empeñó en que volviera Micaela; que le dijo: “Ya eso no tienes remedio Pánfilo. Lo de Micaela y tú no lo arregla ni el Médico Chino”. El concierto en la escuela de Finita, su única hija, a la que no ve crecer desde hace tanto, y la alegría que se le metía por entre los poros con la brisa de la tarde y bajo los flamboyanes del patio del colegio porque iba a volver a ver a Micaela, aunque fuese de lejos; y la vio, de la mano de otro, de un blanquito sucio, y de “la entrada de golpes” que le dio a los dos, porque “él era un hombre”, y que les dijo hasta del mal que se iban a morir, y del espectáculo tan bochornoso y la vergüenza propia y de su hija, “de la niña”. De cuando pidió irse “pa' Angola” para fugarse de todo su sufrimiento y de como este le siguió, le persiguió, y se sumo a los otros sufrimientos de la guerra, y de como, cuando le preguntan, Pánfilo no quiere hablar. Del regreso como un héroe, de cómo había cambiado la vida en su ausencia; de La Habana, que ya no se adaptaba a ella. Del amor, Susy, 40 años, perfecta, blanca. Dos notas y se le ilumina el rostro. De su alegría y su cariño. De como su amor subía en una escala perfecta, y como a la vuelta de todos sus viajes Susy estaba esperandole el casa con un buen tasajo y arroz y viandas hasta que un día, no hubo más. Ni comidas, ni besos de bienvenida, para el que vuelve fajao de la “pincha”. Ni ropa, ni equipos de música, ni televisión en color. Susy se había esfumado como se esfuman los buenos sueños, sin decir a donde coño van. La escala descendente fue la caída, el no tener que hacer, donde ir, beber, beber, enmarigüanarse, beber y decidir que todas las mujeres son expertas en romperte el corazón , que no valía la pena seguir en esta ciudad que en cada esquina, esquirla y espacio le recordaba su mala vida y su mala suerte. Así que su maleta en el viaje sin retorno llevaba, una estampita de la virgen de la Merced, un rosario de su madre y la trompeta. Cuando tres semanas más tarde llegó a Barcelona, bajó de permiso, se fue al Raval, se acostó con una puta y luego se quedó dormido en un banco. El barco zarpó sin él. Y el comenzó a vivir al margen de su mala conciencia, jugando aquí, bebiendo allá, añorando.

Taaaaataaaaaariiiiiiiiiiiiiiii!!!. La peor forma de despertar de un sueño es un susto y la cornetita del niño le llamó a capitulo, le sacudió sin esperarlo, le arrancó las tiras del recuerdo sin compasión. La trompeta cayó de sus manos haciendo un baile metálico de sonidos y llantos y, Pánfilo de un salto la agarró entra sus brazos como un niño dolorido y quejumbroso. ¡Me cagó en las once mil vírgenes putas y la madre que paró al crío! Gritó ahogándose en su propia mierda.

miércoles, 29 de julio de 2009

Lágrimas de cocodrilo

El mundo es complejo y el ser humano más. Lo que nos define, diferencia de los animales y determina como primer escalón de la pirámide es el berenjenal en que nos metemos día a día y hace de nosotros seres tremendamente contradictorios, enrevesados, laberínticos.
Cuando caemos en contradicción nos gusta justificarnos casi con placer. Nos da igual, nos la pela. Nos duele cuando somos víctimas de los otros. Lo peor es que, cuando vemos que alguien cercano se emberenjena somos implacables guardianes de la rectitud, casi ayatoláhs. ¡Cómo metemos el dedo en la madeja hasta encontrar la punta del ovillo, y tirar, y tensar, y ser unos hijos de puta! No nos importa que desenredando terminemos enredando aun más, haciendo nudos, quebrando hilos, embrollando. Sin embargo, se cae una abuelita en la calle y prestos y solidarios vamos en su ayuda, rescatamos los perros abandonados y le ponemos nombres de artistas o famosos creyendo que así levantamos su autoestima. Nos vamos a África a enseñar a los pobres las artes de la pesca, y al final del día dejamos una rastro de hijos sin padre, costumbres trastocadas y colmillos de elefantes a nuestro paso. Sembramos la subida a Machu Picchu de latas de cocacola, combatimos la tala indiscriminada el Amazonas y compramos macoña de extranjis, y en el carnaval de Río perdemos el sentido mientras una mulata sexual como una gata rebola sus caderas y un garoto nos roba el celular. No nos preocupa librerar pueblos aun entrando en guerra con ellos. Comparamos productos ligth, verdes, biodegradables, naturales, sanos, artesanales, de mercado justo, a personas que no tienen sanidad, con vidas oscuras, contaminantes, y que no reciben el precio justo por el producto que venden. En fin, somos habitantes de un planeta en que vivimos saltando de un extremo a otro, de una rama a otra, mientras más alejadas entre si, mejor. Una nota positiva: nos hemos adaptado a ello. No sé que parte de nuestros ancestros era, así como hoy somos. Es posible que del cocodrilo, que llora mientras mata a sus víctimas, aunque esto no es del todo exacto. Parece que hay unas glándulas en su mandibula que le ayudan a lubricar sus ojos cuando come fuera del agua, de ahí la lágrima. Y otra nota, esta de verdad: nuestras contradicciones forman parte de nuestros sentimientos, y eso no hay cocodrilo que lo halla podido igualar.

domingo, 28 de junio de 2009

Maikel!

DON´T TELL ME YOU AGREE WITH ME
WHEN I SAW YOU KICKING DIRT IN MY EYE

(NO ME DIGAS QUE ESTÁS DE ACUERDO CONMIGO CUANDO TE HE VISTO ECHANDO MIERDA EN MIS OJOS)
Michael Jackson - Black or White

El jueves estaba como todos los jueves a las 12 y cuarto de la noche, recogiendo y organizando mis cosas para el trabajo del viernes. En Radio5 Todo Noticias me enteré que "El Maikel", Michael Jackson, había muerto. Escribiendo esta frase, me llega la imagen mental de Arias Navarro anunciando la muerte de Franco. Lo siento, es la única referencia del fallecimiento de una persona de cierta fama a la que puedo acceder. No me enteré en Cuba de la muerte de Elvis, no sé como se anunció el asesinato de Lennon, ni en esa época le conocía, ni creo que en mi vieja Habana, le hallan dado un tono especial a la muerte de un compositor que por lo demás, estaba prohibido escuchar en la Isla. Sin embargo, leo que el Juventud Rebelde, el segundo diario oficial de Cuba, (http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2009-06-25/fallecio-michael-jackson-adios-al-rey/) escribe sobre su figura, y en Cubavision (http://www.youtube.com/watch?v=Vu_19eYE6XY) en un breve de tres minutos se intuye un lamento por no haberlo tenido de visita en Cuba.
Repito, yo no sé como fue el tratamiento de la noticia de otros fallecimeintos, y a falta de referentes la muerte de Maikel, para mi fue un golpe. Recordé el mismo recuerdo de todos los que escuchamos al negro que quería ser blanco. Cogí la guitarra y arpegié Black or White, di dos giros, extendí la pierna derecha y, echando un gritito estiré el brazo y me sujeté el calzoncillo a la altura de la güevera. Salí al balcón, tiré una moneda de 20 céntimos de euros intentando acertar a una imaginaria máquina tragaperras, y solo acerté a dar en la luna de un coche del aparcamiento. Mordí, fui malo, y me descargué una discografía completa que no pienso escuchar.

jueves, 18 de junio de 2009

España. La cal y la sal.

Me siento ante la televisión con un calor de mil demonios que me devora. Evadirse es un recurso facil cambiando de canales. Pienso en el calor, sofocante calor de noche. Me detengo en La1. Un documental sobre los ricos. DIOS!, mi reino por un abanico...

Yo no soy de los que piensa criticar a la Televisión Pública por emitir el carnaval de personajes, tocados por una crisis, que a lo sumo ha hecho que tengan que comprarse una botella menos de Belle Epoque (http://www.directoalpaladar.com/otras-bebidas/el-champagne-mas-caro-del-mundo-belle-epoque-de-perrier-jouet) o que hacer un viaje en bussines class, en una compañía ordinaria y no en un vuelo privado.
En algunos momentos en que salí al balcón, espié las ventanas abiertas a la noche veraniega, intentando atrapar un poco del aire que se entremezclaba con las hojas de los arboles. La luz de neón desdibujada la silueta de las sombras de mi calle, y mientras se consumía el cigarrillo pude apreciar la orgía de riqueza en las teles de las casas de mis vecinos; obreros quizá afectados por un ERE, desocupados, jubilados que hacen malabarismos diarios con su pensión para llegar a finales de junio. En este tiempo, una de los juegos de la demagogia consiste en decirle al "respetable" (público) que hay un mundo distinto a un mando de distancia; un mundo con menos dolor y sufrimiento, donde es posible bañarse en champán (a 1800€ la botella) o ponerte un channel, en vez de un rolex. La conclusión a que llega el programa, y parecería sacada de un speech de Karl Marx (el cuarto hermano, el menos cómico), es que los ricos; 164.000, con un patrimonio superior al millón de euros, en el estado español, son cada día más ricos y los pobres, más pobres. ¡ Qué ironía!, Hacer demagogía hoy, es desempolvar el viejo traje de la justicia social y airearlo como una bandera. Comprensible la indignación de algún familiar de alguno de los más de 500 personas en Canarias, 1741 fallecidas en Aragón o los casi 6400 de toda Valencia personas fallecidas sin recibir la ayuda a la dependencia, por poner tres casos.
Esta dulce luna de miel (gastarse 77.000 euros en un reloj con incrustaciones de diamantes), recuerda otra que presagió un cambio y atrajo una guerra; mundiales ambos, (cambio y guerra) a principios del pasado siglo. Y no lo digo yo. Los puntos de contacto de los dulces años 20 y la veintena nazi-fascista que desembocó en la II GM están en la crisis del 29, el paro y el desempleo tras la primera guerra europea, la hiperinflación especulativa que se llevó por delante la economía y que sirvió en bandeja el argumento del odio racial y el espacio vital que aupó al nacinalsocialismo al Poder en Alemanía y al Fascismo en Italia(http://www.youtube.com/watch?v=dZc2HVK2TTY).

La 2 emitió "Flores de luna", un documental filmado en la barriada del Pozo del Tio Raimundo. Cuentan que la solidaridad era el pan de la cena. A hurtadillas y en una noche, con cuatro tablas se levantaba un chamizo. Los vecinos; inmigrantes andaluces y manchegos, prestaban sus manos, sus muebles ya hasta a sus hijos para evitar que la policia echara al recíen llegado. La Voluntad era el pan de la mañana. Con lo puesto se iban a "Madrid". El Pozo era el extrarradio, y trabajaban en lo que podían. Al regreso, se apuntaban a la escuela, algunos con 40 años, para aprender a leer y a escribir. Otros apoyaban la lucha del Padre Llanos, un cura castrense, falangista de la primera hora que, al final de sus días, enfrentado al Generalisimo, y tras su muerte, obtuvo el carnet de miembro del Partido Comunista. El Padre Rojo, defendido por Franco en vida, consiguió servicios básicos, alfabetizó, creó redes de participación ciudadana; en fin, dotó de dignidad a un grupo muy unido por la exclusión y la miseria.
Hoy el barrio vallecano es azotado por el fracaso escolar. 7 de cada 10 alumnos abandonan las aulas, el segundo mayor en toda España. Se repiten slogans que por su facilidad, y porque atacan lo más pasional del ser humano, se aprehenden antes que los algoritmos o quién era García Lorca. Que el trabajo español, para los españoles, que los rumanos, dice la amiga de una amiga, pegan por gusto y huelen mal. Prefieren el trafico y consumo de drogas y la ignorancia: "estudiar es de pringa'os". Un barrio en que a la ausencia de referentes se une de un discurso xenófobo. Donde trabajo con esfuerzo es cosa de "parias" y no hay recompensa mejor que el grupo, el pensamiento colectivo, la unicidad.

Se cierra el ciclo. Salgo al balcón, mi vecino baja las persianas. Veo su silueta vigilante, espiando cada movimiento de mi brazo oscilante: el cigarrillo a la boca, el brazo a posarse en la baranda del balcón. La calle tranquila. La luz del salon de mi vecino se apaga.

ver: Los ricos también lloran. http://www.rtve.es/alacarta/player/523465.html
ver: Flores de luna. http://www.filmin.es/ficha_store.html?id=48126

jueves, 4 de junio de 2009

La pasión, según Pánfilo

JAMAAA, JAMAAAA!, Oye consorte graba ahí... Tenemos tremenda iria!!!

Todos nos reímos, sentimos pena, hicimos extensible este grito de batalla a nuestra particular guerra. Panfilo, que no se llama Pánfilo quiere volver al aninimato. Dejar de ser un símbolo a su pesar, una bandera enarbolada sin permiso. Quiere evaporarse antes de volverse un muñeco roto.